Mdina & Rabat
Al llegar a la ciudad muralla de Mdina te dará la sensación de que el tiempo no ha pasado, no en vano, es una de las ciudades amuralladas mejor conservadas de Europa. Sus angostas calles, contrastan con los magníficos palacios y la catedral de San Pablo reconstruida tras el terremoto de 1693.
Una villa atemporal y ejemplo de ello, es su participación en diferentes films y la actual y popular serie de televisión Juego de Tronos sin necesitar decorados. La urbe es conocida como La ciudad del Silencio, y se debe a sus calles estrellas tan deshabitadas, tranquilas y personales. Es más, caminando por ellas podrás observar pequeños letreros y placas de los mismos vecinos pidiendo silencio.
Situada en el centro geográfico de la isla, sobre una meseta, le daba una ventaja defensiva y estratégica que ya en el año 4.000 antes de Cristo, los fenicios supieron ver cuando fundaron ahí la ciudad. Por lo tanto podrás imaginar que debido a todas las civilizaciones que pasaron por Malta. Mdina ha sido bastión de importantes civilizaciones como fenicios, romanos, normandos o árabes.
Mdina fue la capital de Malta hasta 1570, la llamada «Citta Veccia», y tradicionalmente ha sido la ciudad de los nobles y lo sigue siendo en la actualidad, ya que los descendientes de los caciques siguen teniendo su residencia allí.
Al llegar a Mdina, veréis muchos carruajes de caballos típicos malteses que se ofrecen para daros una vuelta por la ciudad. Una de nuestras cosas preferidas de Mdina es que los vehículos y autobuses no pueden acceder al interior de la ciudad, debido a sus estrechas calles, por lo que se respira una intensa tranquilidad, y es por ello que fue llamada «La ciudad el Silencio».
Tras cruzar la majestuosa entrada de la muralla, os encontraréis con el Palacio de Vilhena, este palacio destaca por las numerosas esculturas que tiene en su fachada y por albergar el Museo de Historia Natural de Malta.
Lo que menos nos ha gustado de esta ciudad es que sus principales atractivos turísticos, palacios, catedral y museo de la catedral son de pago, aunque sólo pasear por sus calles y contemplar las vistas panorámicas desde la muralla merecen la pena a cualquier viajero.
Son interesantes de visitar las diferentes tiendas de artesanos del cristal, en ellos podréis encontrar originales souvenirs y objetos de orfebrería para las puertas, como toda clase de tiradores, algo muy típico de esta región.
Palazzo Falson
Este palacio perteneció a un noble descendiente de un prospero comerciante Sueco, y en él se pueden encontrar innumerables obras de arte, antigüedades, libros y un palacio prácticamente intacto desde su origen. Para nosotros es la mejor visita que se puede hacer en Mdina.
Catedral de San Pablo y Museo de la Catedral de Mdina
En un país donde ahí 353 iglesias, no consideramos que pagar por entrar a una de ellas sea merecedor, pero sin duda, es uno de los atractivos de la ciudad. En el Museo podréis encontrar antigüedades y restos de la primera catedral que fue destruida en el terremoto. La Catedral se encuentra en el centro de la ciudad y se trata del principal edificio religioso de la urbe; grande y espectacular, sus suelos están ocupados por lápidas de los prelados.
La catedral está abierta de lunes a viernes de 9.00-1630, y sábados de 9.00 a 15.30. El precio de la entrada es de 5€ y 3.50€ para estudiantes acreditados. Los menores de 12 años entran gratis.
Museo de la tortura de Mdina
Por su parte, el Museo de la Tortura de Mdina –no apto para escrupulosos– y el Museo Nacional de Historia Natural –colección de minerales, aves, mamíferos, peces, artrópodos…– se sitúan en la entrada.
Su precio va entre 4€ y 5€, ambos lugares abren sus puertas todos los días desde las 10:00 hasta las 16:30/17:00 horas respectivamente.
La Ciudad de Rabat
Fuera de los muros de Mdina, nos encontraremos casi sin saberlo en la ciduad de Rabat, antaño residencia de campesinos y clase baja, ya que se encontraba fuera de la seguridad de la muralla. Hoy en día es una típica ciudad maltesa que no contiene grandes atractivos turísticos pero si mucha historia importante.
Catacumbas de San Pablo y Santa Ágata
A destacar para cualquier viajero la visita a las catacumbas de San Pablo y Santa Ágata, del s. III d.C., con una extensión de más de 2.000 metros, fue escabado por los romanos para enterrar a sus muertos fuera de la ciudad, y más tarde utilizado por los cristianos para reunirse en secreto.
Sus laberintos –no aptos para claustrofóbicos– conectan con la Gruta de San Pablo, visitada por el mismo Papa en 2010, hogar del Santo durante su estancia en Malta.
Las Catacumbas están abiertas de lunes a domingo desde las 09:00 hasta las 17:00 horas, con entrada estándar de 5€. La visita incluye una audioguía en vuestro idioma para enteraros de todo.
Cómo llegar a Mdina & Rabat
Tenéis diferentes autobuses que os llevan hasta la plaza en frente de la puerta principal de Mdina desde la zona costera, Mosta o Valetta. También encontraréis taxis a la salida de la ciudad, aunque no os recomendamos si el trayecto que vais hacer es largo.
Mdina y Rabat son parte importante de la historia de Malta, no dejéis de visitarla si tenéis tiempo, recomendamos su visita también nocturna, ya que la iluminación de la ciudad y la muralla, es una de las postales más reconocidas de Malta.
Pero si hay una visita obligada en la ciudad, esa es a la Fontanella Tea Garden donde se hacen los mejores pasteles tradicionales de Malta, los Pastizzi. La encontrarás al final de la ciudad por lo que podrás aprovechar para recorrer todas sus silenciosas calles y darte cuenta de la experiencia tan reconfortante que ofrece pasear por ellas.
Por su parte, Rabat, forma parte de la ciudad romana de Melita y aún a día de hoy tiene una gran conexión con el patrimonio cultural e histórico de Malta.
En la ciudad, es conocida La Domus Romana, un pequeño museo que muestra una antigua casa romana con unos mosaicos realmente espectaculares.
Abre sus puertas de lunes a domingo de 09:00 a 17:00 horas –precio estándar 6€–.